La importancia de la Coenzima Q10
La coenzima Q10 es un antioxidante lipofílico y se llama Ubiquinona porque está universalmente en el cuerpo y en cada célula. Normalmente se produce en el cuerpo. El cuerpo la usa para la respiración aerobia, metabolismo aeróbico, metabolismo oxidativo y respiración celular. Regenera la vitamina C y E, y mejora la SOD, enzima intracelular protectora del DNA.
Los beneficios de la conezyma Q10 son las siguientes:
Reduce marcadores de estrés oxidativo como IL 2 y la sobreexpresión del factor TNF-alfa.
Su concentración plasmática se la utilizado para medir el estrés oxidativo
En cánceres se han encontrado niveles bajos de conezyme Q10
Su producción disminuye con la edad, y se puede determinar una disminución de un 50% después de los 20 años y es necesario entonces suplementaria? De todas maneras.
La coenzima Q10 se encuentra en las membranas mitocondriales y participa en la respiración celular y la formación de ATP.
¿Sabías que las estáticas interrumpen la producción endógena de este antioxidante?
Se correlaciona con la reducción de Lp y LDL en la peroxidación lipídica, no es curioso entonces observar que una vez indicada las estáticas no se pueden quitar por si solas o que su uso se acompaña de fatiga y dolores musculares incluso de fibromialgia. Y es interesante que mejora la acción de las estáticas. Entonces es recomendable asociar su suplementación a las estatinas y fármacos hipoglucemiantes.
También está indicada su suplementación en la fatiga crónica y fibromialgia.
Peviene la migraña y el síndrome hipertensivo del embarazo, pero también disminuye la fatiga causada por el ejercicio.
Dentro de sus beneficios está el que ayuda a controlar la glucemia en los pacientes diabéticos tipo II.
Es interesante además que su deficiencia se relacione con la hipertensión, ya que tiene una acción endothelial de relajación porque mejora la bioenergía de las paredes de los vasos sanguíneos así como contrarresta el óxido nítrico.
También es importantísima su acción en el sistema inmune y la inflamación.
Por ejemplo regula los genes que controlan la inflamación inducida por distress.
Se ha observado en estudios que reducen marcadores como la PCR y IL-6.
En la respuesta inmunológica aumentan la actividad fagocita de magrofagos y aumentan la proliferación de granulocitos. Y se ha observado en estudios que inhibe la liberación de histamina ante la estimulación de antígenos.
Pero ¿sabían que:...?
ayuda a mantener el pH?
O que protege el hígado de la toxicidad del acetaminophen?
O que reduce la necesidad de corticosteroides en asmáticos?
O que disminuye la formación de placas amiloides en el Alzheimer?
O que según estudios es útil en el tratamiento de la falla cardiaco congestiva, migraña o desórdenes neurológicos como Párkinson?
Las mayores concentraciones está donde están las mitocondrias como es el corazón, riñón, hígado y páncreas.
Para su síntesis se requiere B6.
¿Cuándo debemos pensar en deficiencia de Q10?
Si hay uso de estatinas,
envejecimiento,
enfermedad metabólica con niveles altos de glucemia o degenerativa que incluye la diabetes,
dislipidemia,
Alzheimer
y cáncer.
Si existe sangramientos o inflamación de las encías,
dolor de pecho,
palpitaciones,
dificultad respiratoria y baja resistencia al ejercicio,
dolores musculares,
debilidad muscular en brazos y muslos,
fatiga,
intolerancia al ejercicio,
dificultad de recuperación,
sensibilidad a la luz.
A largo plazo riesgo de cáncer, especialmente de mama, patología neurodegenerativa como Parkinson, síndrome de Huntington’s, ataxia y degeneración nerviosa. Patología cardiovascular como arteriosclerosis, hipertensión, infarto cardiaco, baja recuperación con bypass, falla cardiaca, cardiotoxicidad por quimioterapia. Angina.
Los niveles óptimos de Q10 en sangre deben ser de 0.8-1.2
Los alimentos que contienen Q10 son los brotes, carne , sardinas, espinaca, aceite de soya o canola.
La suplementación depende de las patologías y su deficiencia, consulte a su médico
Para personas normales para prevenir se recomienda de 50 a 200 mg.
Puede dar reacciones adversas como insomnio, elevación de enzimas hepáticas, erupciones cutáneas, náuseas y dolor epigástrico.
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